Noticia: Stellantis empieza a fabricar sus motores GSE Turbo en Brasil
Foto: Stellantis |
Por: José Ignacio Ruiz
El recientemente formado grupo
Stellantis ha empezado a producir en la planta brasileña de Betim su nueva
familia de motores denominada GSE Turbo, los cuales siguen la tendencia del “Downsizing”
que consiste en propulsores de menor tamaño, con poca cilindrada y
turbocargados para generar la potencia suficiente para mover el vehículo y reducir
el consumo de combustible.
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El primer motor que entrará a la línea de montaje es el T4, el cual es tiene 4 cilindros de 1.3 litros turbocargado que genera 177 hp de potencia y 270 Nm de torque si se carga con gasolina, además tiene una compresión de 10.5:1. Contará con un bloque de aluminio con menos peso y la conocida tecnología MultiAir heredada de FCA, en donde un sistema electro-hidráulico controla de forma flexible la elevación de las válvulas de admisión.
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El T4 estará presente en los vehículos compactos regionales como el actualizado Jeep Compass y un nuevo SUV que tendrá una tercera fila de asientos, también lo utilizará la versión de gasolina más potente de la rediseñada Fiat Toro/RAM 1000, la pick-up que ha sido un éxito en Mercosur. Tomará el lugar del veterano motor 2.4 litros Tigershark, el cual tenía quejas de consumir mucho combustible, tener poca reacción y no trabajar bien con la caja automática de 9 velocidades.
Foto: Jeep |
El segundo motor turbocargado será el T3 con tres cilindros de 1.0 litros que se empezará a fabricar más adelante. Sin embargo, no reemplazará al eTorq de 1.8 litros, aunque lo hará gradualmente. Estará presente inicialmente en el SUV de Fiat basado sobre la plataforma MP1 y más adelante llegará al Argo (Leer artículo), Cronos y Strada/RAM 700 (Leer artículo), aunque también podría estar debajo del capó de los vehículos de la antigua PSA con la moderna plataforma CMP como el Peugeot 208 argentino (Leer artículo) y el nuevo Citroën C3 para mercados emergentes que se está desarrollando en Brasil, tomando el lugar del veterano propulsor EC5.
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Para el desarrollo de estos nuevos motores, Stellantis construyó una nueva planta de motores y realizó una inversión de 400 millones de reales para producir el motor T4, dentro de lo que se incluye costos de proveedores, investigación y desarrollo. En el segundo semestre de este año se invertirán 100 millones de reales para iniciar la producción del motor T3. De esta forma la planta de Betim se convierte en el mayor centro de producción de trenes motrices en América Latina, con una capacidad de 700 mil motores y 500 mil transmisiones. Los nuevos propulsores se fabricarán en junto a los ya establecidos Fire y Firefly.
Foto: Stellantis |
La nueva planta de motores da 350 empleos directos, 139 de ellos son mujeres, y por cada uno se generaron 3 empleos indirectos, considerando la cadena productiva y el desarrollo de los propulsores.
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La inauguración contó con la presencia de Carlos Tavares, CEO de Stellantis, quien afirmó “Stellantis abre una nueva era para nuestra presencia sostenible en América Latina y el inicio de la producción de este motor GSE Turbo de clase mundial es una gran noticia para la economía brasileña. Estoy convencido de que nuestros talentosos y comprometidos empleados harán todo lo posible para garantizar la satisfacción de nuestros clientes”.
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También estuvieron Mike Manley, encargado de dirigir Stellantis en el continente americano, y Antonio Filosa, COO del grupo en Sudamérica, el cual dijo “La inauguración de esta planta de motores turbo representa un paso estratégico para expandir nuestra presencia en América Latina. También brinda muchas posibilidades a nuestra gama de productos, ya que los motores GSE Turbo combinan las mejores tecnologías de rendimiento y sostenibilidad, con ganancias en el consumo de combustible y reducción de emisiones. Esta nueva producción será motivo de gran orgullo y motivación para todos nosotros”.
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De esta forma, Stellantis se une a otros grupos automotrices en Latinoamérica que están empezando a dejar de lado los motores aspirados y reemplazarlos por turbocargados con poca cilindrada. El “downsizing” está llegando cada vez más a los vehículos fabricados en nuestro continente.
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